¿Alguna vez te has preguntado porque cobran “tanto” los estudios de arquitectura? Si es así, seguramente quieras saber por qué esto ocurre. Por ello vamos a tratar de explicar de la mejor manera qué estás contratando cuando contratas a un estudio de arquitectura y si un estudio de arquitectura te pide 3000€ por una reforma realmente está justificado o no.

Como podéis imaginar cada proyecto es un mundo y tiene diferentes pasos a seguir. Dependiendo de si se trata de una obra nueva, una reforma, un local comercial, un local de hostelería, una urbanización, tramitación de certificados… se tienen que redactar unos proyectos con unas memorias específicas y cada uno se tramita de manera completamente diferente.
Se podría generalizar mucho y dividir los proyectos en los siguientes pasos:
Estudios previos
Anteproyecto
Proyecto básico
Proyecto de ejecución
Dirección de obra
Liquidación de obra
Este sería un resumen muy simplificado de los trabajos de un arquitecto y aún así no encajaría con todos los tipos de proyecto nombrados anteriormente. Detrás de todo ello hay una gran cantidad de trabajo, de pensamiento, de reuniones, de informes, idas y venidas al ayuntamiento, visitas al lugar en el que se ejecuta el proyecto, modificaciones de proyecto, y también, por qué no decirlo, sorpresas.
Al final la cantidad de horas que se destinan desde el principio hasta el final de un proyecto y su obra son incontables. Y ya no sólo es el tiempo, sino el conocimiento técnico y la responsabilidad durante 10 años que se adquiere sobre ese edificio. Además, en general no se está contratando a una sola persona sino a un equipo de profesionales especializados que trabajan en equipo para ti.
Es por ello que los honorarios de un estudio de arquitectura deberían ajustarse a cada uno de los proyectos y es por ello que dar un presupuesto certero es muy complejo ya que, como hemos dicho, nunca se sabe como puede ir evolucionando el proyecto.
Escojamos un caso sencillo, una reforma de una vivienda en la que ya te has decidido por un estudio de arquitectura.
Se comenzaría por un dibujado del estado actual con la consiguiente visita del piso, conocimiento de la estructura del edificio, sus instalaciones, condicionantes de partida, elementos a respetar, despieces de ventanas y puertas, y por supuesto dibujado en formato digital para poder trabajar sobre medidas reales. Conversaciones con los dueños del inmueble y comprensión de lo que se busca en la reforma. A esto le denominamos estudios previos.
A partir de aquí comienza la parte de anteproyecto. Según lo complejo que sea el inmueble y sus requerimientos, se tendrán entre 3 y 8 reuniones con sus respectivos cambios en los que se definirán TODOS los aspectos de la reforma: distribuciones, instalaciones de fontanería, saneamiento, eléctricas, alumbrado, ventilación, climatización, acabados de suelos, de techos, tipos de puertas, cocinas, baños… Y todo medido hasta el mínimo detalle: tiradores, número de cajones, despiece de cristaleras, posición de enchufes…
Además, ahora cada vez es más común ver todo en representaciones 3D las cuales llevan muchas horas de trabajo y gente especializada en ello.

Una vez alcanzado este punto, lo cual puede llevar a un equipo de 3 personas varios días de trabajo hasta que se llegue a un acuerdo con el cliente, se debe comenzar el proyecto básico y de ejecución, es decir, definir todo esto en planos y documentación técnica para poderse presentar primero en el colegio de arquitectos y después en el ayuntamiento con el correspondiente papeleo administrativo y viajes a las diferentes entidades. Esto además es imprescindible para que el constructor al que se vaya a contratar pueda ejecutar todo sin problemas y que tenga claro desde un principio los trabajos a llevar a cabo.
Para la contratación del constructor se asesorará al cliente y se velará por que lo que hay en el proyecto sea lo que se está presupuestando para que no haya sobrecostes durante la obra. Esto conlleva entre 3 y 6 reuniones hasta que se elige a un candidato.
Comienza la obra y la labor de dirección de obra para que no haya sustos es fundamental. Una o dos visitas a la semana serán necesarias para coordinar todos los trabajos que hay que llevar a cabo. Esto durante una media de 3 meses ocupa muchas horas de agenda. Además los conocimientos técnicos a pie de obra para solventar problemas son imprescindibles ante situaciones conflictivas. Muchas veces hay que buscar soluciones ingeniosas para no encarecer la obra y hacer visitas extra y llamadas durante la semana es habitual.
Si todo ha ido bien durante la obra ya casi estará concluido el trabajo pero todavía falta la tarea de revisar que lo que se va a facturar por el constructor es lo que realmente se ha ejecutado. A esto se le conoce como certificación final y liquidación de la obra. La revisión final de las facturas respecto de lo existente es fundamental y conlleva también una gran labor y en muchas ocasiones discusiones desagradables de las cuales, si tienes a un arquitecto, podrás librarte.
Todo este trabajo como podréis imaginar se puede alargar todo lo que queramos pero al final el desarrollo completo de un proyecto puede durar una media de 5-6 meses en los que tienes a tu disposición a un equipo de profesionales que harán lo que haga falta para que quedes plenamente satisfecho y puedan ser recomendados a otros clientes.
Actualmente, en muchas ocasiones este trabajo “es gratuito” cuando la reforma se hace a través de una empresa especialista en reformas integrales. Si te has encontrado ante un caso de estos, ten claro que nadie regala nada y que lo estarán cobrando por algún otro lado. Además, en estos casos concretos, no hay una persona externa a la constructora que vaya a revisar lo que se factura por lo que tendrás que ser tú quien revise que los trabajos efectuados se corresponden con lo realmente ejecutado y que los precios ofertados se corresponden con un precio de mercado habitual.
Es por ello que si contemplamos la gran cantidad de horas invertidas por un equipo de personas durante un mínimo de 4 meses tanto en reuniones, como en trabajo de oficina, como de obra, como en desplazamientos; sumado a las responsabilidades civiles que se adquieren durante 10 años por la obra los cuales se pagan por parte del estudio mediante un seguro decenal y añadimos el conocimiento técnico del equipo, os daréis cuenta que los 3000€ que decíamos al principio están justificados más que de sobras ya que, además, el contar con un estudio de arquitectura puede hacer que ahorres mucho dinero durante el transcurso del proyecto.
Esperamos que esta explicación os ayude a comprender mejor el trabajo de muchos profesionales y entendáis que incluso en algo tan aparentemente sencillo como una reforma, se invierten muchos recursos y que los honorarios que actualmente se están ofreciendo ya son muy ajustados al coste real del producto.
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